Valores en los dibujos animados

Antes de comenzar a hablar en esta entrada, queremos aclarar que nuestra posición, conforme a la información que damos en ella, no es a favor, ni en contra, simplemente datos de interés que pueden interesarnos a la hora de tener en cuenta que tipo de dibujos queremos mostrarles a nuestros niños.
Los gustos de los niños cambian rápidamente. Estos viven inmersos en un mundo de videoconsolas e Internet y siempre buscan lo fácil. En el momento en el que algo no le gusta o no le interesa, apaga la televisión y busca algo divertido y simple para hacer.
Por lo tanto, debemos de proporcionar a los niños dibujos que les interesen y que llamen su atención, pero a su vez, es muy importante que esos dibujos encierren mensajes, valores, que hagan a los niños formarse personalmente. Valores como pueden ser la amistad, la solidaridad, el compañerismo, el amor, etc. Pero en muchas ocasiones, los dibujos encierran mensajes subliminales de los cuales no somos conscientes.

Es el caso de la compañía Walt Disney. Hay diversas opiniones sobre los valores que encierran estos dibujos, nosotros vamos a tratar algunos de ellos, pero no quiere decir que sean los ciertos, ni que estemos a favor ni en contra; simplemente es un tema que está muy al día y que nos puede causar interés.

Diversos estudios realizados por Dorfman y Mattelart, 1987; Granado, 2002 han puesto claramente de manifiesto que: “Hablar de Disney en nuestra sociedad actual es mucho más que hablar de una productora de Dibujos Animados. El fenómeno Disney va más allá del atractivo de una película animada para el público infantil. Su extensión y popularización alcanza a todos los rincones del mundo” (Granado, 2002). Y con ello se consigue tener fuertes influencias culturales y sociales en diferentes partes del planeta: “… mientras los marines pasan a los revolucionarios por las armas, Disney los pasa por sus revistas. Son dos formas de asesinato: por la sangre y por la inocencia.” Dorfman y Mattelart (1987)

Se muestran en estas películas valores como exaltación del capitalismo (todo es perfecto, no hay problemas), occidentalización (los valores occidentales son los correctos), falsa moral (el fin último es la familia y el trabajo ha de ser perfecto), sexista, potenciación de la propiedad privada incluso a nivel de sentimientos, resignación social, maniqueísmo de las relaciones sociales presentando grupos claramente dicotómicos “los buenos” y “los malos”, inmovilidad del estatus social, sometimiento jerárquico, sentimentalismo fácil, y manipulación psicológica y antropológica. A su vez el papel de la mujer es mínimo. Ésta aparece de un modo muy tradicional, en el cual siempre busca a su príncipe que la salva y trabaja en casa para cuidar de los niños, no muestra casi inteligencia. Podríamos poner cualquier ejemplo de películas Disney: la cenicienta, una chica que toda su vida vive en la miseria, que trabaja en casa, conseguir la liberación de la esclavitud en casa de su madrastra cuando llega el apuesto príncipe, se casan, y todos tienen sus roles perfectamente asignados: la madrastra y hermanastras malas, el príncipe que salva, la hada madrina, y la mujer, que es inferior al hombre en estatus social y que se acaba casando con él.
Además se nos presenta que todos son felices desempeñando y asumiendo su rol, pues la felicidad radica en asumir y desempeñar el papel que “divinamente” le ha sido asignado; siendo los infelices los que se revelan contra el.

Por tanto, y tras los datos vistos, es importante que no solo tengamos en cuenta la violencia y agresividad en los dibujos animados, sino también el tipo de valores y mensajes subliminales que pueden infundir y captar los niños.